5 de agosto de 2008

Cortés no ha logrado vencer a Moctezuma


Así como a los mexicanos les gustó mostrarse como continuadores de los toltecas, borrando toda huella de la historia para volver a escribirla a su manera, los conquistadores españoles también encontraron cierta fidelidad al pasado en materia religiosa o política.

Se puede ver en el Zócalo (plaza principal de la ciudad de Mexico), ex centro político y religioso del Imperio Azteca en Tenochitlán donde sus grandes templos de piedras y pirámides fueron derribados para imponer grandes construcciones de arquitectura occidental reemplazando los emperadores por los reyes de España, los templos aztecas por la Iglesia católica, los múltiples dioses por un único Dios (Hoy día solo quedan algunos rastros como el antiguo templo, d elo que fue aquel inmenso imperio).

Así la capital del nuevo estado será la misma del México vencido. Utilizando los lugares simbólicos Hernán Cortés busca legitimidad frente a las poblaciones locales. En lo religioso se quitan imágenes de sitios sagrados para imponer otras.

Así cuenta Cortés: “Los más principales de estos ídolos, y en quien ellos (los aztecas) más fe y creencia tenían, derroqué de sus sillas y los hice echar escaleras abajo e hice limpiar aquellas capillas donde los tenían, porque todas estaban llenas de sangre que sacrifican, y puse en ellas imágenes de Nuestra Señora y otros santos”. O bien afirma Bernal Díaz: “Lo que había sido cultura de demonios, justo es que sea templo donde se sirva Dios”.

Así se ve que la religión, sea cual fuera su contenido es como dice Tzvetan Todorov “un discurso transmitido por la tradición y que importa en cuanto garantiza una identidad cultural”. Con la imposición religiosa se busca alcanzar la identidad occidental.
En Chiapas, Estado al sur de México, pudimos comprobar que a pesar del tiempo transcurrido de la conquista y de la imposición religiosa de la cultura occidental sobre la cultura originaria de las tierras de México (y América) quedan aún restos de esos discursos transmitidos entre generaciones en los pueblos originarios de México, garantizando su identidad cultural.

San Juan Chamula, un pueblito indígena ubicado a las afueras de San Cristóbal de Las Casas, nos muestra cómo sobrevive la cultura maya, su religión y sus ritos. Así, en su templo católico pudimos observar y vivir el espíritu de los antepasados en los rituales y los símbolos, entremezclando la cruz, imágenes de los santos con la sangre, los sacrificios, la luz, el alcohol, las supersticiones y las creencias y mitos comunales. Sus paredes rodeadas de imágenes de santos, decorados con mantas de múltiples colores, imposibilitaban el acceso a las largas paredes del templo. El piso se ahogaba en un mar de ramas, hojas verdes, naturaleza vegetal. El salón sin bancos ni mesas en el medio permitía la libre disposición de sus miembros para realizar los rituales entre familiares y amigos.

Así pequeños grupos de personas a lo largo del templo, sentados en el piso, rodeados de velas de diferentes colores (cada color con su sentido específico), buscaban la conexión con sus dioses, Dios o antepasados.

La presencia de una bebida alcohólica tradicional no faltaba en el ritual, así como también los sacrificios, no ya de humanos, sino de animales: era habitual la utilización de gallinas para sacar el mal que invade a alguna persona. Mientras en el altar se celebraba misa (de religión católica apostólica romana), en el centro del salón se llevaba a cabo estos rituales: Sincretismo religioso.

Fácil es derribar un templo y un centro político, matar a sus guerreros y quedarse con sus mujeres, robarse su oro y quemar su historia imponiendo la propia pero no matar las prácticas culturales y religiosas que aún siguen estando vivas en sus usos y costumbres. La identidad maya aún se preserva en el imaginario de su pueblo. Cortés no ha logrado vencer a Moctezuma.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Bravo Sofi!

Realmente no hay forma de explicar la extraña sensación de ver una misa cristiana llevandose a cabo a lado de un ritual de purificación maya.

Extremus Bizarrum.

Somos 5, pero somos miles. dijo...

me encantó sofi

x + q intentaron x todos los medios de imponerse la sangre, las tradiciones y creencias son mucho más fuerte que la fuerza. 1 clarísimo ejemplo de esto además de los que dijo bubu, es que a pesar de la conquista el idioma español en los indigenas no pudo imponerse, es el día de hoy que persiste sus idiomas originales y casi no saben hablar el español y si lo saben es básico.

Anónimo dijo...

Cortés no ha logrado vencer a Moctezuma.

Pero ello no implica que Cortés haya sido vencido.

Una lástima...

Somos 5, pero somos miles. dijo...

la pachamama se encargará de volver todas las cosas a su lugar

Anónimo dijo...

jaja que no haya ni vencedores ni vencidos!