19 de julio de 2010

Amiquísimas




A mis amigas
Con quienes comparto mi vida entera,
con quienes aprendo y crezco,
a quienes recuerdo y no puedo evitar sonreir,
a quienes admiro con el alma.

Sin ellas no seria quien soy hoy.

Por quienes daría la vida,
quienes me dan vida,
quienes me alegran mis días,
con quienes comparto todo.

En donde puedo ser tal cual soy,
en quienes encuentro paz,
en quienes me apoyo

Son ellas las que brillan y hacen que todo a su alrededor encandile,
quienes exprimen la vida y me enseñan a hacer lo mismo,
quienes buscan sin cansancio la felicidad,
y nunca se duermen al costado del camino,
quienes no pueden vivir sin viento en la cara
y sin escarbar.

Gracias a todas por estar,
por ser como son,
por ayudarme a crecer,
por creer en mi,
en fin por acompañarme en este camino increíble que es vivir.


3 de julio de 2010

Marrakesh

por Sofia Becco

Entrar en djemaa el Fne,
Mochila a cuestas,
A plana luz del mediodía,
Es una experiencia que queda marcada a fuego en la memoria.
Inmediatamente uno ingresa en un mundo mágico, súrreal, digno de un cuento fantástico.
Lo primero que impacta es la inmensidad de la plaza, su movimiento, la cantidad de gente.
Y el ruido… envolvente, palpitante…
Tambores de bailarines,
Flautas de encantadores de serpientes,
Gritos de entusiastas vendedores
Y el ruido blanco de los fascinados espectadores.
Y adentrándose en la selva,
Uno se encuentra con personajes mágicos,
De donde se inspiran las mil y una noches:
Encantadores de serpientes, bailarines disfrazods, monos, gitanos árabes, curanderos de los males mas diversos, vendedores de frutas, comidas, y especies nunca antes vistas…
y se percibe claramente el estilo árabe,
pero es evidente que bajo la superficie late el corazón negro, oscuro e impenetrable de África.
Y el pulso se acelera,
Las pupilas se dilatan,
La cabeza da vueltas
Y el corazón empieza a palpitar
Al ritmo de la medina.


1 de julio de 2010

La Plaza de Noche


La Plaza de Noche
Por Sofia Becco

De noche, la plaza se prende fuego.
La gente es atraída
como por una convocación sagrada
hacia este oasis de luz y ruido entre el desierto de oscuridad …
Los ruidos y olores se intensifican,
el ritmo se acelera
y late en un tono mas grave y oscuro que durante el día.
Y de repente,
entre los infinitos e improvisados puestos de comida exótica,
entre los bailarines con tambores,
las serpientes mas oscuras,
y las multitudes de gente,
se abre en el medio de este macabro, exótico y fantástico ritual,
un grito de lamento sagrado,
llamando a rezo a sus files
desde las mezquitas que vigilan la plaza.
Entonces, la plaza desacelera por unos minutos el ritmo,
sin dejar nunca de vibrar,
y el canto desgarrador e hipnótico
sobrevuela y hechiza a la ciudad entera,
como llevando al climax
el mágico embrujo en el que estamos inmersas.