27 de marzo de 2008

Del otro lado del río


La consigna fue escribir sobre el regreso a aquel lugar donde estuvimos juntas.

El punto de partida fue la frase: "...Nadie se baña en el río dos veces porque todo cambia en el río y en el que se baña..."

Y tras esa frase no hay mucho por decir. porque el lugar es el mismo, pero el lugar cambió, la gente no es la misma, pero sin embargo está presente, y una no es la misma, pero es lo que es porque alguna vez ya fue.

Entonces no es un regreso sino una continuación. Las dos idas están conectadas. Y si hoy viví a bahía como lo hice, fue porque hace dos años lo viví de aquella otra forma. Y si estoy hace tres meses sonriéndome pensando en el regreso es porque ya fui alguna vez y me encantó. Y si hoy camino por bahía con miedo es porque alguna vez caminé sin preocupaciones.

Un mismo lugar. Dos momentos, dos situaciones. Y esta vez en cada rincón estaban ustedes. Y yo mostraba: "acá comimos", "aca dormimos", "por aca caminamos", "esto lo hicimos", "aca les mandaba mails a ustedes". Y si miró atrás y me transporto a aquel entonces me acuerdo que hace dos años, estando allá, nuestros diálogos se basaban en la hipótética situación de cómo sería no viajar de mochilera, en nuestras familias y en la vida que dejamos allá (y que siempre nos espera tan insistentemente).

En aquel entonces comíamos salgados con agua y soñábamos con camarones con caipirinhia, con los cuales me delite en el regreso, mientras les mostraba a mis hermanas el puestito donde compábamos la comida un tiempo atrás.

Podría llevar a un análisis sobre el eterno incoformismo humano, explayándome sobre el histeriqueo de nuestros deseos y anhelos que varían sistemáticamente sólo basado en la simple falencia de un determinado momento. O podría divaguar sobre la inmadurez que implica el estar en un momento, en una situación, (increíble de por cierto) y soñar con otra situación (también increíble). ¿Cuál es cuál? El orden de los factores no altera el producto.

Pero la idea no es esa. La idea es la afirmación que los dos viajes están conectados. Que cuando hice uno ya sabía en algún grado que el otro iba a venir. y cuando vino el segundo lo vivi, lo disfruté, lo sufrí, lo aprecié y lo experimente exactamente como lo hice porque había estado antes. Y sí, yo no soy la misma, pero yo cambié justamente porque alguna vez me sumergí en este río. Y sí, Salvador es el mismo, pero dos años después, con alguno cambios estructurales, pero principalemente con otra perspectiva, basada en la primera, modificada tras dos años de vida.

¿Afirmación obvia? Seguramente.. pero bueno, no voy a ponerme a discutir con las verdades innegables de Heráclito.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias por esa aguda respuesta al planteo, no habia tenido en cuenta esa perspectiva cuando intenté escribir sobre el asunto, así que, debido a tu reflexión, amplié mi propia perspectiva.
Por eso gracias nuevamente!

Anónimo dijo...

jajaj. gracias a vos pipi... por ser como sos!

y... (que dificil que es esto)... si quieren escribir sobre india...... pueden.

tienen mi permiso.

es más por favor hagánlo! no me dejen afuera de sus reflexiones y sus vivencias sólo porque yo no fuiiii!

Anónimo dijo...

Gracias x compartir la experiencia.
Salvador per se es una ciudad mágica, x lo menos para mi, encima está empapada de una carga emocional enorme x todo lo vivido, así que ese coctel de magia y emociones intuyo que ha de haber sido movilizador.
Tomandome el atrevimiento y poniendome en tu lugar, me imagino que tu vuelta a tierras bahianas debe haber tenido sus momentos de melancolía y de inmensa alegría.
/(la continuación de este texto será entregada la prox)

Somos 5, pero somos miles. dijo...

�asi fue! tiene un sabor agridulce, medio m�gico medio nost�lgico el vivir sobre lo vivido. Imag�nense si alguna otra vez tenemos el honor de ver un atardecer en puerto escondido? O si podemos volver a experimenar el extra�o asombro que se apodera de uno cuando entra a san Juan Chamula. �La vuelta a oaxaca se vivir� de la misma manera? �Ser� la misma la sensaci�n si alguna vez podemos volver a ver los colores y escuhar los sonido del amazonas atardeciendo... o de tikal despertando? Si y No. No o si.... pero bueno..mientras nunca dejemos de VIVIRLO, de sentirlo de experimentarlo... todo bien.