de Carmencita Leonard
"No existe el verbo en futuro. Hay lenguas en la zona en las que no hay verbos en futuro, todos los verbos se conjugan en presente, y no hay futuro. La gente vive el día de hoy y nada más. El mañana ya llegará. Todavía mi mente está un poco cerrada para ver tanta cultura diferente junta... y sobre todo tanta simpleza."
" -¿Qué hacen todos eso hombres ahi, a las 3 de la tarde, día de semana, sentados abajo de un techo?
- Nada.
- ¿Cómo nada?
- No, nada, quizás ya trabajaron en el campo a la mañana y ahora están esperando que se vaya el sol para volver a sus casas.
- ¡Faltan 3 horas para que se vaya el sol!
- ¿Y? ¿Si no qué van a hacer?
- Claro, no sé
Están viviendo, nada más. No existe la semana ni el fin de semana, ni el reloj, acá existe vivir el minuto presente.
"Llegamos a una aldea a controlar los bebes y no habia nadie, sólo una mujer. Le pregunto a la traductora que nos acompañaba donde estaban todas las mujeres:
- Ah, seguro que llegan más tarde, porque hizo un poquito de frío esta mañana.
- ¿y?
- Y llegan más tarde.
-¿Por qué tienen frío?
- No, porque al guiarse con el sol, como hace frío piensan que es más temprano, cuando haga un poquito más de calor, van a pensar que ya es la hora y van a venir, ya vas a ver."
Así fue, a la media hora empezaron a llegar las madres, con sus hijos... y con un poquito de calor.
"En una escuela las madres cocinan para los chicos. Una de ellas lleva a su hijo y nos insiste para que nos acerquemos donde ellos estaban. Aún estábamos a unos metros, cuando su hijo sale corriendo y gritando con pánico a esconderse atrás de ella. La señora no paraba de reírse le pregunto a una alumna de la escuela que pasaba. La chiquita le traduce en lengua mi pregunta a la doña, quien responde: nunca vió un blanco, y entonces tiene miedo que sean malos."
¿Quiénes son los malos? ¿Los buenos? Los blancos se los llevaron como esclavos para muchos lados del mundo, y ellos lo saben. sin embargo en ningún momento sentí que me miraran con bronca o resentimiento. Nos miran la piel, los brazos, nos estudian de pies a cabezas, pero no nos hacen sentir incómodas, nunca."