21 de octubre de 2010

Amanecer

Me despierto,
abro mis ojos,
comienzo a caminar,
mis pies descalzos sienten la tierra,
huelo a flores,
el sol me orienta,
el viento me lleva,
el mar lava mis culpas y mis penas.

No escucho el rugir de tripas de tantos, ni el llanto, ni el dolor
No escucho las palabras hambre, miseria, guerra, violencia, maldad, destierro o exclusión.
No veo pobreza, injusticias, indiferencia o represión.

Escucho risas, palabras dulces, viento, océanos, lluvias y llantos de emoción
Veo abrazos, besos, selvas, flores, atardecers, desiertos, dulzura y compasión.

El alma humana finalmente despertó.