14 de octubre de 2008

¿Y los derechos de imagen?


Resulta que nos fuimos a recorrer el amazonas.

Resulta que no conseguíamos forma de hacer una excursión buena, bonita y barata por la selva.

Resulta que un hombre nos escuchó hablando desesperadas por las calles de Manaos ante esta búsqueda infructuosa.

Resulta que este hombre, Rafa, nos ofreció llevarnos a la selva.

Resulta que nos "vendió" el tour en su "oficina", que quedaba en un hotel lleno de ratas y moho.

Resulta que, ante nuestra ya conocidad frugalidad, aceptamos irnos con él.

Resulta que, disfrutamos el amazonas hasta el hartazgo.

Resulta que, mientras lo disfrutábamos, el señor Rafa nos sacaba fotos y nos filmaba con una cámara muy moderna.

Resulta que, al terminar el periplo por la selva, le pedimos que nos pase las fotos y los videos, para mostrárselo algún día a nuestros nietos.

Resulta que quedamos en encontrarnos en el "hotel-oficina" para retirar las fotos y los videos.

Resulta que Rafa no apareció. Nosotras nos embarcamos rumbo a Belem y nunca más volvimos a Manaos.

Resulta que luego Cande chateó con Rafa por msn y le dijo que habían entrado ladrones en su "oficina" y que habían robado nuestras fotos.

Resulta que le creímos.

Y resulta que, entrando a su página web, amazonriders.com, encontramos que una de las tantas fotos que nos sacó está puesta como banner de la página.

¿Y los derechos de imagen? ¿Y los recuerdos que queríamos mostrarles a nuestros nietos?

11 de octubre de 2008

Lecciones de Guillermo Shakespeare


"...Ser o no ser, esa es la cuestión:

si es más noble para el alma soportar

las flechas y pedradas de la áspera Fortuna

o armarse contra un mar de adversidades

y darles fin en el encuentro. Morir: dormir,

nada más. Y si durmiendo terminaran

las angustias y los mil ataques naturales

herencia de la carne, sería una conclusión

seriamente deseable. Morir, dormir:

dormir, tal vez soñar. Sí, ese es el estorbo;

pues qué podríamos soñar en nuestro sueño eterno

ya libres del agobio terrenal,

es una consideración que frena el juicio

y da tan larga vida a la desgracia. Pues, ¿quién

soportaría los azotes e injurias de este mundo,

el desmán del tirano, la afrenta del soberbio,

las penas del amor menospreciado,

la tardanza de la ley, la arrogancia del cargo,

los insultos que sufre la paciencia,

pudiendo cerrar cuentas uno mismo

con un simple puñal? ¿Quién lleva esas cargas,

gimiendo y sudando bajo el peso de esta vida,

si no es porque el temor al más allá,

la tierra inexplorada de cuyas fronteras

ningún viajero vuelve, detiene los sentidos

y nos hace soportar los males que tenemos

antes que huir hacia otros que ignoramos?

La conciencia nos vuelve unos cobardes,

el color natural de nuestro ánimo

se mustia con el pálido matiz del pensamiento,

y empresas de gran peso y entidad

por tal motivo se desvían de su curso

y ya no son acción. ?..."

10 de octubre de 2008

4 de octubre de 2008

"Una parte de cada vida, y aun de cada vida insignificante, transcurre en buscar las razones de ser, los puntos de partida, las fuentes. Mi impotencia para descubrirlos me llevó a veces a las explicaciones mágicas, a buscar en los delirios de lo oculto lo que el sentido común no alcanzaba a darme. Cuando los cálculos complicados resultan falsos, cuando los mismos filósofos no tienen ya nada que decirnos, es excusable volverse hacia el parloteo fortuito de las aves, o hacia el lejano contrapeso de los astros".
Marguerite Yourcenar